sábado, 10 de noviembre de 2018

Bohemian Rapsody


BOHEMIAN RAPSODY

¿Cómo hacer justicia a una leyenda con una película sobre él?
Es imposible, nunca jamás se podrá llegar a profundizar lo suficiente ni tan siquiera en las 2 horas y 14 minutos que dura la película.

La única forma de medir a Queen son los sentimientos que nos produce la película y su música.
Desde ese primer momento en el que vemos llegar a Freddie en coche al emblemático Wembley, los nervios por ver a Rami Malek, reconvertido en nuestra leyenda... pero no queremos verlo a el...
A quien de verdad queremos ver es a nuestro Freddie, a ese ser que iluminó nuestra adolescencia musical (independientemente de nuestra edad), queremos volver a verle cantar, verle interpretar, saltar y sonreírnos desde ese escenario una última vez.

¿Qué más da que cronológicamente no esté todo bien? Sí, da la impresión de que Mercury vuelve a Queen por que le han diagnosticado VIH, cuando eso no es cierto.
Pero... estamos oyendo a Queen.. (que no viendo... ya que aunque los gestos y la interpretación es bastante correcta, físicamente no es él y a mí personalmente no se me olvida).

¿Qué nos cuenta la película?
Cómo se monta la banda después de que Smile pierda a su cantante, pensando en que jamás llegarían a nada y es gracias a ese Freddie Bulsara, que se transforma en el escenario en una bestia.
No tienen miedo en arriesgarse para hacer su primer disco, con nuevos sonidos, nuevas ideas, no solo de Freddie Mercury, de Brian May, de Roger Taylor y John Deacon, todos aportaban, todos componían.
Pero no sólo se estaban convirtiendo en la más grande banda de rock, también en una familia unida.

Cómo todos se unen para vender Bohemian Rapsody, una canción de casi 6 minutos que era imposible que se escuchara en la radio.

También nos cuenta esa preciosa historia de amor de Freddie y Mary, que llegaría hasta el último de los días de Freeddie Mercury.

Lo duro que fue para él aceptar su homosexualidad, la espiral en la que se vio envuelto cuando siente que está sólo y empiezan las fiestas y demás (afortunadamente no entran al fondo del asunto, no nos importa lo más mínimo).

Los malos rollos dentro del grupo...

La indignación que sentimos todos cuando vemos que Paul le maneja cómo quiere, que sólo le importa su propia fama y el dinero...

El mal cuerpo con los primeros síntomas...
La emoción cuando llega Mary a cantarle las cuarenta a Freddie...
El dolor en esa escena en la clínica...

Las risas en ese momento del reencuentro de Queen en un despacho... (ay... bendito Brian May)... 

Y finalmente el día del LIVE AID, cuando visita a sus padres...

Y llegamos al inicio de la película... salir al escenario... ese concierto en el que yo aún ni había nacido, pero que hubiese dado todo por haber estado allí...

Los pelos cómo escarpias, los ojos al borde de las lagrimas de la emoción, de sentir otra vez que la leyenda había vuelto, aunque fuera durante 20 minutos más antes de dejarnos en la oscuridad de nuevo...

Y de eso va Queen de sentimientos, de la emoción de sus canciones, de ese sonido que nos llena los oídos y el corazón.
De querer ver una y otra vez la película, de descubrir cosas nuevas, cómo cuando escuchas sus canciones una y otra vez en busca de ese algo que se esconde entre las letras o en la melodía...
En no querer aceptar que la leyenda se marchó con 45 años...

Y bueno, nunca he metido ningún enlace, pero en este caso creo que se merece que pongamos el concierto original del Live Aid.


Disfrutadlo y os recomiendo encarecidamente que vayáis a un cine y compréis entradas para Bohemian Rapsody.